viernes, 20 de julio de 2012

BALANCE DEL PRIMER AÑO DE GOBIERNO, UNA VISIÓN DESDE EL CUSCO


DECEPCIONADO, PERO NO ARREPENTIDO.
Escribe: Alberto García Campana
Cumplido un año de mandato del presidente Ollanta Humala y colocada sin maquillaje la pobreza de los logros alcanzados, los inquisidores de siempre, los que no asumen responsabilidades pero baten palmas ante el fracaso, interrogan con semblante de oráculo victorioso: “¿y ahora te arrepientes de haber votado por Humala?”

No señor. Me siento profundamente decepcionado, con la frustración que no deja resquicio para la esperanza, completamente desilusionado. Así es como me siento. Aplastado en mis expectativas, destrozado en mis aspiraciones de ver  a mi pueblo cada vez menos azotado por el hambre y la miseria. Pero no me siento ni estoy arrepentido. Y no lo estoy porque mi voto combatiente, limpio desde una militancia de izquierda sin mácula, no llevó consigo la seguridad de una revolución surgida desde las ánforas. Mi voto desde una firme posición socialista, no estuvo orientado a abrir las puertas de palacio al Partido Nacionalista. Como el de miles de compatriotas, mi voto estuvo dirigido a impedir el retorno al poder de la banda fujimorista que asoló el país en la infausta década del 90. Y por eso no me arrepiento, porque desde la humildad de mi voto por Ollanta Humala, impedí el regreso  de la degeneración política, coloqué la barrera para que no pase el cortejo nauseabundo de la liquidación moral de la patria. Y entonces no me puedo arrepentir de la opción electoral asumida en  junio del año pasado.

Pero al tiempo de manifestar públicamente la expresión transparente del voto emitido  y que contribuyó a enterrar las aspiraciones de la satrapía saqueadora y homicida, es preciso que hoy, al cumplirse un año de gobierno humalista, la frustración dé paso a  la serena reflexión que parta desde las mismas posiciones socialistas,  formulando una propuesta patriótica que enarbole a partir de hoy una bandera de reivindicación madura y sincera en favor de las aspiraciones del pueblo.

 LA REVOLUCIÓN PUEDE PARTIR DEL SUFRAGIO
Quienes se alzaron en armas en 1980, proclamaron en los espacios abiertos entre la dinamita y el fusil, la prédica de que salvo el poder todo era ilusión, y que solo podrían destronar al tirano quienes no tuvieran miedo de morir despellejados en el intento. Para los promotores de la violencia irracional y genocida, las elecciones no podrían ser, de ninguna manera, el camino para hacer la revolución, pues ésta, como decían los trasnochados, debería ser el parto sangriento de una gestación  dolorosa: el poder solo podría ser conquistado a sangre y fuego.

El enorme patriota cubano José Martí afirmaba que en los países en los que el sufragio es ley, la revolución está en el sufragio. Explicando: si se puede llegar al poder a través de las elecciones, entonces es posible que desde el mandato de las urnas se pueda impulsar una administración que contribuya a hacer menos desdichada a la gente. Si se gana una elección y desde el gobierno se pueden impulsar las grandes obras que beneficien al pueblo, entonces el sufragio se convierte en la gran plataforma para alcanzar algo que se parezca a una revolución.

Por eso no hay que temerle a las ánforas. Desde ellas se pueden derrotar las opciones violentistas y desquiciadas y también se puede aplastar a las élites mafiosas cuya única bandera es el dinero.
Pero el desafío que implica una participación decorosa en procesos electorales, pasa por la reformulación de las conceptos doctrinarios: lo que fue bueno allá y entonces no tiene por qué ser bueno aquí y ahora. Las palabras del Amauta José Carlos Mariátegui resuenan en los oídos: es posible impulsar una propuesta socialista sin calco ni copia.

 POR LA RENOVACIÓN DE LA IZQUIERDA
En los últimos procesos electorales, desde la elección de alcaldes y presidentes regionales hasta llegar a la nominación presidencial, la izquierda ha respaldado postulaciones que en determinado momento adoptaron el ropaje progresista. Una vez llegados al poder, los aventureros  se quitaron la mascareta y se mostraron como en realidad son: reyezuelos de opereta y  damiselas de callejón.
 La izquierda en el Perú y particularmente en el Cusco, ha servido de trampolín para que los usurpadores de ideologías lleguen incluso a hurtar en nombre del socialismo. Desde los tiempos ya casi lejanos de la gestión municipal encabezada por el ciudadano ejemplar Daniel Estrada, ninguna administración edilicia ha levantado con firmeza las banderas de la izquierda. En nombre de una maloliente “independencia política” y navegando en las aguas hediondas del oportunismo y del pragmatismo, los sucesivos alcaldes, presidentes regionales y jefes de Estado han apostado por la debilidad de la memoria colectiva y así han llegado al poder.

En nombre del pueblo y prostituyendo el discurso socialista, muchos profanadores tomaron por asalto el gobierno para pegarle  después una patada en el trasero a esa misma izquierda que los ungió como mandatarios.

Por eso, y al cumplirse un año de gobierno humalista, es buena la ocasión para que la izquierda erradique a sus propios fantasmas internos y avance a la constitución de un nuevo movimiento que encarne las viejas aspiraciones del pueblo que es, en esencia, progresista, socialista y de izquierda.

viernes, 29 de junio de 2012

GOLPE A LA PARAGUAYA CONTRA LOS PRESIDENTES REGIONALES


INGRESA A LA WEB DE AMARU
Congreso centralista e incompetente:

Golpe a la paraguaya contra los presidentes regionales

La tendencia autoritaria que recorre algunos países del continente, no es ajeno al país y los malos ejemplos se replican por doquier en algunos cerebros coloniales de algunas bancadas congresales, primero fue la propuesta de Carlos Bruce de recortar las funciones fiscalizadoras del Consejo Regional respecto al ejecutivo regional, como si este Congreso Nacional fuera un ejemplo de oportunidad y firmeza moralizadora, basta observar el circo de la Mega Comisión investigadora contra la gestión de Alan García, para darse cuenta que no hay ninguna vocación investigadora y fiscalizadora.
Luego vino la tendencia a criminalizar a las autoridades regionales y municipales, inmediatamente el alcalde de Espinar fue detenido y trasladado a Ica, violentado el principio de territorialidad y el debido proceso, la mayoría congresal aplaudió el abuzo y fue incapaz de frenar la prepotencia del poder ejecutivo y del poder judicial.
Ahora no contentos con su manifiesta incapacidad legislativa, pretenden intimidar a los presidentes y concejeros regionales con la causal de vacancia si dichas autoridades electas por el voto popular, “participan directa o indirectamente” en medidas y actos de violencia. El Congreso Nacional se quiere erigir en el gran juez del país, rompiendo la independencia y equilibrio de poderes que tiene una democracia moderna, recorta la autonomía de los gobiernos regionales que se encuentra reconocida constitucionalmente.
Esta criminalización contra los gobiernos regionales de aprobarse en el congreso, significaría que cualquier autoridad regional podría ser vacado con una simple denuncia de cualquier ciudadano o por decisión del Ministerio Público, por cuanto la palabra directa e indirecta, abre las puertas para cualquier tipo de acusaciones irresponsables y políticas. De esta forma buscan tener autoridades sumisas y agachadas para sus fechorías y abusos. Realmente un retroceso del espíritu descentralista por la que hemos luchado los peruanos, por cuya razón todos los ciudadanos y en particular las organizaciones regionales y municipales deben tomar una posición firme y rechazar este proyecto, que atenta contra la profundización de la descentralización y construcción regional.


lunes, 14 de mayo de 2012

REDEFINIENDO LA IZQUIERDA PERUANA: Desde abajo y desde adentro


Redefiniendo la izquierda peruana: desde abajo y desde adentro.

Por: José Reátegui Bardales (*)

A propósito de la columna de Mirko Lauer en La República del 28 de marzo de este año (“Cinco izquierdas de esta hora”) en la que, como observador político, hace una panorámica de la izquierda actual, queremos compartir algunas consideraciones pertinentes.

Mirko Lauer presenta una mirada de la izquierda peruana desde una óptica que privilegia su cercanía o lejanía con el gobierno actual y eso le hace perder de vista el proceso de redefinición que se viene produciendo en este importante sector del espectro político nacional.

Desde inicios de la década de los 80´s, la izquierda peruana comenzó a procesar una crisis en los 80´s, que tuvo entre sus principales detonantes:
·         La irrupción de una guerra interna que enfrentó a Sendero Luminoso y al MRTA con el resto del país y puso en cuestión la tesis de la viabilidad de lucha armada en países como el nuestro.
·         La ruptura de Ia IU y el PUM.
·         La crisis del socialismo real en Rusia y Europa.
·         La decadencia del marxismo-leninismo como doctrina.

Esta crisis llevó a la izquierda peruana a convertirse, desde inicios de los 90´s, en una fuerza marginal, luego de haber sido la izquierda legal más grande de América Latina desde fines de los 70´s hasta mediados de los 80´s.   

Sin embargo, desde inicios del Tercer Milenio comienza a surgir un proceso de redefinición de la izquierda peruana, proceso que se expresa en la lucha contra la dictadura fujimontesinista; en el aliento de nuevos actores políticos y sociales, principalmente en los espacios locales y regionales; en la organización y desarrollo de la Marcha de los Cuatro Suyos; en la propuesta de la reforma descentralista; entre otros factores.

La nueva cruzada ideológica de la derecha.

Esto explica porque la derecha nuevamente está en una batalla frontal, ideológica y política, contra la izquierda, como no se veía desde la década de los 60s, en la época de la bipolaridad y la guerra fría. Ahora la derecha se vale de todo, cualquier situación es un buen motivo para golpear a la izquierda indiferenciadamente: los ataques a la Comisión de la Verdad, la participación de la izquierda en el Gobierno y en Gana Perú, el Conflicto de Conga en Cajamarca, la campaña contra el MOVADEF, la gestión de Susana Villarán en la Municipalidad Metropolitana de Lima, en fin, todo es útil con tal que sirva para atacar a la izquierda.

La nueva cruzada de la derecha contra el “cuco” izquierdista tiene entre sus operadores a los grandes medios de comunicación que influencian, a los líderes de opinión que han posicionado, a los líderes y  voceros políticos partidarios alineados desde siempre con la derecha, a los sectores conservadores de la Iglesia Católica, a los sectores facticos de las Fuerzas Armadas, a los voceros y representantes del poder económico y también a despistados y tontos útiles.

La demanda de una izquierda del tercer milenio y de una derecha liberal.

Los sectores lúcidos de la opinión pública reclaman que en nuestro país se configure una derecha liberal y una izquierda moderna, ambas necesarias para la gobernabilidad, el fortalecimiento del sistema político peruano y, por ende, de la democracia y, sobre todo, para garantizar el desarrollo sostenible del país.

¿Qué tanto la derecha puede avanzar a configurar una fuerza liberal, moderna y realmente democrática en nuestro país? Es algo que parece difícil por el momento, dada la fuerza que vienen demostrando los sectores más conservadores en este lado del espectro político, que algunos periodistas han dado en calificar como “Derecha Bruta y Achorada”. 

¿Qué es ser de izquierda hoy en el Perú?

Ser de izquierda hoy en el Perú significa identificarse, de manera organizada o no, con lo siguiente:
·         Las banderas de la justicia social.
·         La transformación del Estado por la vía democrática.
·         La defensa y el fortalecimiento del sistema democrático en nuestro país.
·         El fortalecimiento del Estado de Derecho y la consolidación de la gobernabilidad.
·         El rechazo a todo tipo de violencia como medio para llegar a la conducción del gobierno nacional.
·         La defensa de los derechos humanos, políticos y ciudadanos.
·         La defensa y protección del ambiente.
·         El enfoque del desarrollo humano.
·         La reforma Descentralista y la regionalización.
·         La valoración de la importancia y necesidad del mercado.
·         La defensa de las libertades individuales y de asociación.
·         Contra la explotación y el abuso.
·         Contra todo tipo de discriminación.

La izquierda peruana siempre ha sido diversa. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que el Amauta José Carlos Mariátegui fundara la izquierda orgánica, con la conformación, a fines de la década de los 20s, del Partido Socialista, que luego fue convertido, bajo la conducción de Eudocio Ravines, primer tránsfuga de la izquierda, en Partido Comunista. Varios autores han tratado de explicar que pasó con la izquierda peruana desde aquellos inicios hasta sus momentos más críticos en los 80´s. Hay todavía un balance pendiente, que no es motivo de la presente anotación.

La redefinición de la izquierda de hoy tiene un carácter descentralista.

El proceso de redefinición de la izquierda peruana pasa por:
·         La construcción de la cultura del buen gobierno.
·         El desarrollo de la capacidad de gestión.
·         El trabajo político en la organización popular.
·         El fortalecimiento de la gobernabilidad.
·         La promoción de la inversión pública y privada con ISOs avanzados de calidad.

A esto vienen contribuyendo, desde inicios del tercer milenio y en las diversas regiones del país, las experiencias de gestión de los movimientos regionales y locales en los Gobiernos Regionales y Municipales. Desde allí se viene alimentando una nueva utopía para movilizar a los sectores populares y progresistas del país. Esta izquierda del tercer milenio tiene un carácter fundamentalmente descentralista y comienza a tomar la posta que dejan los líderes de la generación de los 70s que aún no han logrado involucrase de manera efectiva en este proceso de redefinición y que hoy ven agotados sus discursos tradicionales.   

La izquierda peruana del tercer milenio está presente en las fuerzas descentralistas, en sus organizaciones políticas que configuran Movimientos Regionales y Locales exitosos por su buena experiencia de gestión; en los dirigentes y activistas que vienen desde los 70s, 80s y 90s y han alentado y participado en el proceso de redefinición, muchos de ellos que han enfrentado al terrorismo de SL y el MRTA; en los que han hecho su aprendizaje en la gestión local, regional y nacional; en los que han sabido sintonizar con los peruanos y peruanas que vienen desde adentro y desde abajo.

Esta izquierda del tercer milenio necesita avanzar a la configuración de una representación política nacional, debe avanzar a proyectar un nuevo liderazgo nacional como expresión de una organización moderna, flexible y perdurable, sostenible en el tiempo, vacunada contra divisiones de cualquier índole, abierta a todos y todas los peruanos y peruanas. Esta es una izquierda descentralista, popular, regionalista, con capacidad para construir un poder democrático basado en sus propios recursos para enfrentar campañas sin empeñarse a favores políticos; basada en su capacidad de movilización popular y de convocatoria a la inteligencia nacional, al mundo académico, al empresariado moderno y progresista; basada en su liderazgo en la opinión pública para lograr una buena comunicación con la ciudadanía y evitar someterse a presiones de los grupos de poder que está detrás de los medios. Es una tarea ineludible de los descentralistas convertir a esta izquierda del tercer milenio en una fuerza de gobierno con un liderazgo leal a sus principios y programas.
Una acotación final, desde nuestro punto de vista el senderismo, en sus diversas variantes, no tiene nada que ver con la izquierda del tercer milenio, principalmente por su concepción anti-humanista, contra-estatal, violentista y antidemocrática.

Huancavelica, abril del 2012.
(*) Militante descentralista.

domingo, 15 de enero de 2012

MARAS: LA DULCE Y SABROSA REBELIÓN DE LOS KACHI - REVISTA AMARU

MARAS:
La dulce y sabrosa
Rebelión de los Kachi

Jesús Manya Salas


La mítica pampa del Ayar Ukhu, Dios de la Profundidad, estaba iluminada por la luna y su reflejo en la qocha; el ojo del manante que la alimenta estaba concurrido a diferencia de otros días, en que sólo unos cuantos se bañaban. Los productores de sal organizaban y planificaban la toma de la mina y una marcha de sacrificio para exigir la expropiación de la salinera, el Estado no servía para nada y el administrador era peor que los gamonales. La asamblea fue convocada en secreto, para evitar la infiltración policial y el divisionismo de algunos vecinos «amarillos» y opositores; la asamblea culminó con la resolución y decisión de ejecutar La Marcha de la Sal; hacía treinta años esa misma pampa sagrada de Ayar Ukhu fue escenario de la constitución del sindicato comunero y la histórica decisión de recuperar sus tierras en manos de los terratenientes, usurpados a punta de trampas y látigo.

Por entonces, Martín, destacado a formar los sindicatos por encargo de Emiliano Huamantica; en forma silenciosa había organizado las células revolucionarias y su brazo sindical; ahora como ayer, Martín un poco más viejo seguía al pie del cañón. Con Salvador de ideólogo, Martín de estratega, los bríos y la fuerza social de los mareños aumentó con la llegada de Ángel Sánchez, un ladrillo y una hormiga organizadora, por cuya razón era el blanco de los odios curas y terratenientes que lo acusaban de layqa o brujo satánico, al no poder explicar y combatir la influencia del artista entre los comuneros por sus conocimientos de herbolario y músico popular. Nadie sabía la existencia de una trilogía celular integrada por Martín, Sánchez y Salvador, con muchas horas de estudio y lectura se estaba plasmando a través de los comuneros y jóvenes de la población, los cimientos de la lucha revolucionaria. Tenían información por sus canales y por los periódicos que llegaban de la capital y que diligente compraba y traía el chofer del único camión que hacía servicio de transporte al Cusco. Así estaban enterados y preparados para el brote guerrillero que se gestaba en Chaupimayo y Mesa Pelada con las banderas de la reforma agraria, que ahora ellos conquistaban con las invasiones a todas las haciendas de la zona.

En las tierras rojas del altiplano mareño, por entonces, a diario había movilizaciones de los Mullak´as y Misminay cansados de los Acurio; los Qollana y Mawaypampas, de los Velarde; los Q´allarquinos aburridos de los curas de la hacienda. La represión y el encarcelamiento de los dirigentes, llegó pronto en camiones porta tropas y helicópteros artillados; muchachos como Pancho Jiménez, Angélica Guevara, Catalina Quispe, Julia Hurtado, Rafaela Giraldo; los veteranos Martín Saavedra, Vicente Sota y Benigna Arroyo, liderados por Alejandro Morales y Vicente Guevara terminaron recluidos en la vetusta cárcel de La Almudena y otros deportados a las mazmorras de Arequipa.

Ahora, no deben sorprendernos, mejoraremos las trincheras y zanjas en la salinera para recibir a los cachacos —arengó el más viejo, recordando los tiempos de las batallas en Tejawasi, cuando enfrentaron la primera intervención de la policía— tampoco nos detendrán en nuestras casas en la noche, como ese maldito día que nos entregaron los traidores —recomendó al final otro.

A los cinco días, Segundino Ríos, el viejo pregonero de los bandos oficiales, acompañado por el tamborero Modesto Yañaq, el bombo de Manuel Segovia y la flauta de Julio Yañaq, desde las tres de la madrugada, convocaron a salir y enrolarse a la marcha a todas las familias; más de cinco mil mareños con botellas de agua para soportar las bombas lacrimógenas y un poco de sal para combatir la picazón en la garganta, salieron con banderas y palos para enfrentar los golpes de la policía. ¡Kausachun comunero! ¡Kausachun!, era el principal grito que reemplazaba al anterior ¡Kausachun Allpa Llanqaq!, de la década pasada.

Un 12 de Marzo de 1930, Mohandas Karamchand Gandhi, en la lejana y exótica India al igual que en Maras había iniciado la independencia del colonialismo Ingles, también con una larga y prolongada Marcha de La Sal. En Maras y en Ahmedabad la dulce y aromática sal, servía para la esclavitud o la libertad de un pueblo.

Los mareños tenían la sangre rebelde, partícipes en la resistencia de Manqo Inka; luego en el grito de José Quispe T´itu Inka, en noviembre de 1777 junto a Dionisio Pacheco, Samaniego y Francisco Justiniani, levantaron a los mareños, urubambinos y wayllabambinos, contra el abuso de alcabalas y repartos del Corregidor Pedro Ledfel, a consecuencia de esa gesta libertaria cayeron presos los Cusipaucar,Uscamayta, Hawaq´ollay, los Quispe, Ataupuma, Sinchi de la nobleza inka y criollos como Manuel Vega, años después muchos de ellos se incorporaron a las filas de José Gabriel Tupac Amaru. El 7 de julio de 1896 Maras volvió a insurgir contra la tiranía de Nicolás de Piérola que subió los impuestos de la sal, enfrentando al Batallón Canta que estaba bajo el mando del Subprefecto Evaristo Calderón.

El primer mitin de la Marcha de la Sal  de estos tiempos, arrancó en Ch´eqereq, luego vendrían Chacán, Izquchaca, Cachimayo, Poroy, pueblos donde los recibieron con sus wathiyas de papa y chicha de jora hasta la entrada triunfal en el Arco de T´ika T´ika, donde centenares de residentes mareños los acogieron con viandas y se integraron a la marcha hasta la Prefectura y la Plaza de Armas, los cusqueños desde su balcones multicolores saludaban solidarios los derechos de un pueblo explotado desde el colonialismo.

A esa hora, otro centenar de productores jóvenes, encabezados por los respetables ancianos, tomaba posesión de las salineras y expulsaban al burócrata explotador. En la noche, el cerro Aywayro iluminado por los chiquillos dirigidos por Salvador, adornaba la oscuridad con el símbolo de los trabajadores y campesinos, recordando los tiempos de la liquidación de los odiados terratenientes. En la plaza los veteranos y abuelas, agradecieron a los Apus de Ch´eqoq, Aywayro y el Wañuy Marka, como al patrón San Francisco y la Mamacha Asunta, por haber cumplido a sus plegarias.

El único ausente en la segunda jornada fue el camarada Sánchez, que no resistió la persecución y la represión, en duras horas de clandestinidad en la primera generación siguió dirigiendo la toma de tierras, sucumbiendo ante la tuberculosis fulminante en plena lucha.
La rebelión de la sal que emprendieron cumplió su objetivo días más tarde cuando la administración paso a manos de los productores y comuneros, ese día la sal estaba más dulce que nunca, cuando Los Bohemios acompañados de sus guitarras entonaban, kachiska, kachis kani, Maras Maras kani, malliylla malliykuway miskillañas kani.