INGRESA A LA WEB DE AMARU
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Congreso centralista
e incompetente:
Golpe a la paraguaya
contra los presidentes regionales
La tendencia autoritaria que recorre algunos países del
continente, no es ajeno al país y los malos ejemplos se replican por doquier en
algunos cerebros coloniales de algunas bancadas congresales, primero fue la
propuesta de Carlos Bruce de recortar las funciones fiscalizadoras del Consejo
Regional respecto al ejecutivo regional, como si este Congreso Nacional fuera
un ejemplo de oportunidad y firmeza moralizadora, basta observar el circo de la
Mega Comisión investigadora contra la gestión de Alan García, para darse cuenta
que no hay ninguna vocación investigadora y fiscalizadora.
Luego vino la tendencia a criminalizar a las autoridades
regionales y municipales, inmediatamente el alcalde de Espinar fue detenido y
trasladado a Ica, violentado el principio de territorialidad y el debido
proceso, la mayoría congresal aplaudió el abuzo y fue incapaz de frenar la
prepotencia del poder ejecutivo y del poder judicial.
Ahora no contentos con su manifiesta incapacidad legislativa,
pretenden intimidar a los presidentes y concejeros regionales con la causal de
vacancia si dichas autoridades electas por el voto popular, “participan directa
o indirectamente” en medidas y actos de violencia. El Congreso Nacional se quiere
erigir en el gran juez del país, rompiendo la independencia y equilibrio de
poderes que tiene una democracia moderna, recorta la autonomía de los gobiernos
regionales que se encuentra reconocida constitucionalmente.
Esta criminalización contra los gobiernos regionales de
aprobarse en el congreso, significaría que cualquier autoridad regional podría
ser vacado con una simple denuncia de cualquier ciudadano o por decisión del
Ministerio Público, por cuanto la palabra directa e indirecta, abre las puertas
para cualquier tipo de acusaciones irresponsables y políticas. De esta forma
buscan tener autoridades sumisas y agachadas para sus fechorías y abusos.
Realmente un retroceso del espíritu descentralista por la que hemos luchado los
peruanos, por cuya razón todos los ciudadanos y en particular las
organizaciones regionales y municipales deben tomar una posición firme y
rechazar este proyecto, que atenta contra la profundización de la
descentralización y construcción regional.