Redefiniendo la izquierda peruana: desde abajo y desde adentro.
Por: José Reátegui Bardales (*)
A propósito de la columna de Mirko Lauer en La República del 28 de marzo
de este año (“Cinco izquierdas de esta hora”) en la que, como observador
político, hace una panorámica de la izquierda actual, queremos compartir
algunas consideraciones pertinentes.
Mirko Lauer presenta una mirada de la izquierda peruana desde una óptica
que privilegia su cercanía o lejanía con el gobierno actual y eso le hace
perder de vista el proceso de redefinición que se viene produciendo en este
importante sector del espectro político nacional.
Desde inicios de la década de los 80´s, la izquierda peruana comenzó a
procesar una crisis en los 80´s, que tuvo entre sus principales detonantes:
·
La irrupción de una guerra interna que enfrentó a Sendero Luminoso y al
MRTA con el resto del país y puso en cuestión la tesis de la viabilidad de
lucha armada en países como el nuestro.
·
La ruptura de Ia IU y el PUM.
·
La crisis del socialismo real en Rusia y Europa.
·
La decadencia del marxismo-leninismo como doctrina.
Esta crisis llevó a la izquierda peruana a convertirse, desde inicios de
los 90´s, en una fuerza marginal, luego de haber sido la izquierda legal más
grande de América Latina desde fines de los 70´s hasta mediados de los 80´s.
Sin embargo, desde inicios del Tercer Milenio comienza a surgir un
proceso de redefinición de la izquierda peruana, proceso que se expresa en la
lucha contra la dictadura fujimontesinista; en el aliento de nuevos actores
políticos y sociales, principalmente en los espacios locales y regionales; en
la organización y desarrollo de la Marcha de los Cuatro Suyos; en la propuesta
de la reforma descentralista; entre otros factores.
La nueva cruzada ideológica de la derecha.
Esto explica porque
la derecha nuevamente está en una batalla frontal, ideológica y política,
contra la izquierda, como no se veía desde la década de los 60s, en la época de
la bipolaridad y la guerra fría. Ahora la derecha se vale de todo, cualquier
situación es un buen motivo para golpear a la izquierda indiferenciadamente:
los ataques a la Comisión de la Verdad, la participación de la izquierda en el
Gobierno y en Gana Perú, el Conflicto de Conga en Cajamarca, la campaña contra
el MOVADEF, la gestión de Susana Villarán en la Municipalidad Metropolitana de
Lima, en fin, todo es útil con tal que sirva para atacar a la izquierda.
La nueva cruzada de
la derecha contra el “cuco” izquierdista tiene entre sus operadores a los
grandes medios de comunicación que influencian, a los líderes de opinión que
han posicionado, a los líderes y voceros
políticos partidarios alineados desde siempre con la derecha, a los sectores
conservadores de la Iglesia Católica, a los sectores facticos de las Fuerzas
Armadas, a los voceros y representantes del poder económico y también a
despistados y tontos útiles.
La demanda de una izquierda del tercer milenio y de una derecha liberal.
Los sectores lúcidos
de la opinión pública reclaman que en nuestro país se configure una derecha
liberal y una izquierda moderna, ambas necesarias para la gobernabilidad, el
fortalecimiento del sistema político peruano y, por ende, de la democracia y,
sobre todo, para garantizar el desarrollo sostenible del país.
¿Qué tanto la derecha
puede avanzar a configurar una fuerza liberal, moderna y realmente democrática
en nuestro país? Es algo que parece difícil por el momento, dada la fuerza que
vienen demostrando los sectores más conservadores en este lado del espectro
político, que algunos periodistas han dado en calificar como “Derecha Bruta y
Achorada”.
¿Qué es ser de izquierda hoy en el Perú?
Ser de izquierda hoy
en el Perú significa identificarse, de manera organizada o no, con lo siguiente:
·
Las banderas de la
justicia social.
·
La transformación del
Estado por la vía democrática.
·
La defensa y el
fortalecimiento del sistema democrático en nuestro país.
·
El fortalecimiento
del Estado de Derecho y la consolidación de la gobernabilidad.
·
El rechazo a todo
tipo de violencia como medio para llegar a la conducción del gobierno nacional.
·
La defensa de los
derechos humanos, políticos y ciudadanos.
·
La defensa y
protección del ambiente.
·
El enfoque del desarrollo
humano.
·
La reforma
Descentralista y la regionalización.
·
La valoración de la
importancia y necesidad del mercado.
·
La defensa de las
libertades individuales y de asociación.
·
Contra la explotación
y el abuso.
·
Contra todo tipo de
discriminación.
La izquierda peruana
siempre ha sido diversa. Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que el
Amauta José Carlos Mariátegui fundara la izquierda orgánica, con la
conformación, a fines de la década de los 20s, del Partido Socialista, que
luego fue convertido, bajo la conducción de Eudocio Ravines, primer tránsfuga
de la izquierda, en Partido Comunista. Varios autores han tratado de explicar que
pasó con la izquierda peruana desde aquellos inicios hasta sus momentos más
críticos en los 80´s. Hay todavía un balance pendiente, que no es motivo de la
presente anotación.
La redefinición de la izquierda de hoy tiene un carácter descentralista.
El proceso de
redefinición de la izquierda peruana pasa por:
·
La construcción de la
cultura del buen gobierno.
·
El desarrollo de la
capacidad de gestión.
·
El trabajo político
en la organización popular.
·
El fortalecimiento de
la gobernabilidad.
·
La promoción de la
inversión pública y privada con ISOs avanzados de calidad.
A esto vienen
contribuyendo, desde inicios del tercer milenio y en las diversas regiones del
país, las experiencias de gestión de los movimientos regionales y locales en
los Gobiernos Regionales y Municipales. Desde allí se viene alimentando una
nueva utopía para movilizar a los sectores populares y progresistas del país.
Esta izquierda del tercer milenio tiene un carácter fundamentalmente
descentralista y comienza a tomar la posta que dejan los líderes de la
generación de los 70s que aún no han logrado involucrase de manera efectiva en
este proceso de redefinición y que hoy ven agotados sus discursos tradicionales.
La izquierda peruana
del tercer milenio está presente en las fuerzas descentralistas, en sus
organizaciones políticas que configuran Movimientos Regionales y Locales
exitosos por su buena experiencia de gestión; en los dirigentes y activistas
que vienen desde los 70s, 80s y 90s y han alentado y participado en el proceso
de redefinición, muchos de ellos que han enfrentado al terrorismo de SL y el
MRTA; en los que han hecho su aprendizaje en la gestión local, regional y
nacional; en los que han sabido sintonizar con los peruanos y peruanas que
vienen desde adentro y desde abajo.
Esta izquierda del
tercer milenio necesita avanzar a la configuración de una representación
política nacional, debe avanzar a proyectar un nuevo liderazgo nacional como
expresión de una organización moderna, flexible y perdurable, sostenible en el
tiempo, vacunada contra divisiones de cualquier índole, abierta a todos y todas
los peruanos y peruanas. Esta es una izquierda descentralista, popular, regionalista,
con capacidad para construir un poder democrático basado en sus propios
recursos para enfrentar campañas sin empeñarse a favores políticos; basada en
su capacidad de movilización popular y de convocatoria a la inteligencia
nacional, al mundo académico, al empresariado moderno y progresista; basada en
su liderazgo en la opinión pública para lograr una buena comunicación con la
ciudadanía y evitar someterse a presiones de los grupos de poder que está
detrás de los medios. Es una tarea ineludible de los descentralistas convertir
a esta izquierda del tercer milenio en una fuerza de gobierno con un liderazgo
leal a sus principios y programas.
Una acotación final, desde nuestro punto de vista el senderismo, en sus
diversas variantes, no tiene nada que ver con la izquierda del tercer milenio, principalmente
por su concepción anti-humanista, contra-estatal, violentista y
antidemocrática.
Huancavelica, abril del 2012.
(*) Militante descentralista.
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