La voracidad de la minería formal e
ilegal no tiene
límites ni con la religión
En muchas ocasiones se ha
señalado que el neoliberalismo, no es sólo una política económica, es sobre
todo una forma de construir un modelo de sociedad, anclado en la competencia
mortal de las grandes ganancias contra los derechos sociales y culturales de
las naciones.
Los pueblos han denunciado,
en reiteradas oportunidades que provincias como Chumbivilcas, tienen
concesionados sus territorios en más del 80% para la extracción minera; que la
Plaza de Armas de Canas se encuentra lotizado, que parte del Santuario de
Machupicchu, tiene sus denuncios, que las reservas naturales en La Convención,
también están entregadas a las transnacionales, que se han repartido los
subsuelos del territorio peruano y cusqueño.
Tanta es la voracidad de la
minería en todas sus formalidades grande, formal e ilegal, que tienen 17
cuadrículas de todo el Santuario del Señor de Qoyllor Rit´i, concesionados y
que en muchos de ellos, empiezan a trabajar y excavar con maquinarias en zonas
como Qolqepunku en Mahuayani a escasos minutos del Santuario.
Esta provocación de la
minería, tiene la complicidad de INGEMMET del Ministerio de Energía y Minas,
acostumbrados a entregar concesiones indiscriminadas, desconocer los estándares
ambientales, sociales y naturales. Resulta que una parte de las 3,641.04
hectáreas y el perímetro de 30,794.29 metros, localizados en Ocongate y
Carhuayo en la Provincia de Quispicanchi, los mismos que se encuentran
reconocidos como Santuario y Patrimonio Cultural y Religioso, los mismos que
fueron y son reconocidos por el Ministerio de Cultura, con inscripción y
reconocimiento por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
LA MARCHA DE LOS UKUKUS
Frente a esa ambición de la
minería ilegal e informal, que empieza a excavar en dicho santuario, cientos de
Ukukus o Pabluchas, los guardianes del Señor de Qoyllor Rit´i, organizados en
el Consejo de Naciones, llegaron hasta el Cusco y desarrollaron un mitin en la
Plaza de Armas, denunciando dichas concesiones y sobre todo llamando la
atención del silencio de las autoridades regionales de la Dirección
Desconcentrada de Cultura y el Gobierno Regional a través de la Dirección
Regional de Minería, que no hacen cumplir las normas nacionales, regionales,
culturales e internacionales, que reconocen al Santuario como un Patrimonio
intangible e inmaterial.
El Consejo de Naciones ha
reclamado a INGEMMET que revise dichas concesiones ilegales y atentatorias a la
religiosidad y la cultura, pero existe silencio en la burocracia, mientras
tanto las mafias que manejan la minería informal e ilegal, se viene trasladando
de la amazonía con sus maquinarias e inversiones, para ocupar el Santuario en
las propias puertas de dicho patrimonio.
Los dirigentes de la
hermandad, han señalado que esta marcha es un aviso y que ellos que se
encuentran organizados en todas las provincias y distritos, impulsaran medidas
de fuerza para defender el Patrimonio del Santuario, hasta con su propia vida.
Un guerra de carácter
religioso se incuba en Cusco, la minería y el modelo neoliberal, desprecia no
solo la naturaleza, la sociedad sino que se mete hasta con la religión de las
grandes mayorías. Qoyllor Rit´i tiene su ejército preparado y que luego las autoridades
no se rasguen las vestiduras, cuando reviente la protesta popular, acusando de
subversivos, terroristas, anti mineros y otros cuentos justificatorios.
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