ESPINAR: LA LUCHA CONTINUA

ESPINAR : LA LUCHA CONTINUA

JESUS MANYA SALAS

El contrato de la firma de concesión de Majes II se veía llegar, el gobierno de García principal interesado en el tema, lo hizo calculando el clima navideño y pretendiendo aprovechar el proceso de transferencia del Gobierno Regional y de la Municipalidad Provincial de Espinar, entonces calculadamente asesto la puñalada al Cusco. La respuesta a esta provocación no puede ser la conducta derrotista que preconizan algunos o el silencio cómplice que arrugan otros.

La estrategia de lucha requiere un nuevo momento, es cierto que es más difícil, pero tenemos que escalonar la respuesta; combinando adecuadamente la lucha judicial, que pone en el banquillo a García, Pro Inversión y el GR de Arequipa, por haber suscrito un contrato, desacatando y desobedeciendo dos sentencia judiciales que cautelan los derechos del Cusco y que están en Espinar y el otro en el Tribunal Constitucional. Pero esta lucha legal, tiene que ir acompañada necesariamente por la movilización social y la propuesta técnica.

La lucha no es de corto plazo, esto requiere un plan de lucha, que combine y vaya escalonando posiciones y acciones, sumando fuerzas y aliados, luchas que van desde la movilización hasta la preparación de una huelga, porque el gobierno nacional, solo entiende la correlación de fuerzas en este terreno. La condición sustancial para avanzar en este frente, sin embargo requiere unidad de todas las organizaciones y dirigentes, como también firmeza en la respuesta, dejando de lado la inveterada costumbre de la división y zancadilla que promueven desde afuera los enemigos del Cusco.

Las tareas que tiene el nuevo gobierno regional y provincial de Espinar, son verdaderos retos, fortalecer lo avanzado y mejorar lo que falta, porque el hecho de la firma de un papel, no puede significa el final de un derecho, requiere un nuevo momento con distintos actores. Las muchedumbres si existen liderazgos reales, siempre serán capaces de cambiar correlaciones, modelos y leyes; un contrato no es el final, puede ser el inicio de un catalizador, para derrotar el privatismo y el modelo neoliberal que es la madre del cordero, de esta venta de nuestros recursos hídricos.