lunes, 25 de febrero de 2013

AGENDA CUSCO: OPORTUNIDADES Y DESARROLLO REGIONAL

AGENDA CUSCO: OPORTUNIDADES
Y DESARROLLO REGIONAL (I)

Jesús Manya Salas

El país y en particular la región del Cusco atraviesan por un período excepcional de crecimiento, desarrollo económico y social, que obliga a poner en la agenda del debate social y político el tipo y modelo de región que deseamos construir desde la economía, la sociedad, la cultura, el territorio y el ambiente; el tipo de estado regional que anhelamos diseñar y edificar, para dirigir esta propuesta.
Esta ambiciosa y honorable tarea obliga sin embargo a una intensa y profunda renovación de la representación social y a una refundación de la política en la región, a fin de superar la fractura existente con la dinámica y velocidad de los cambios que se vienen dando en la economía y la sociedad.
El proceso de cambios no pueden estar situados, sólo en las reformas políticas y económicas de un nuevo estado regional como profundización de la descentralización, se requiere también una profunda transformación cultural por el papel y rol que tiene el Cusco como cabeza de una de las civilizaciones de la humanidad, que aportó al conocimiento y a la ciencia desde su espacio y dominio territorial.
Estos son los retos estratégicos que tenemos para los próximos años, para colocar al Cusco en una nueva plataforma desde cuyo espacio cumpla su papel articulador e integrador del Macro Sur y de los grandes cambios que el país requiere urgente fundacionalmente. Si no somos capaces de entender el proceso, la región y su desarrollo corremos el peligro de quedar estancados nuevamente por los candados provenientes de la política de ajuste y enclave del centralismo y los grupos poderosos, de los pretextos esgrimidos por el MEF ante la crisis internacional. Seguir frenando el proceso descentralista en el desarrollo de su autonomía política, social, económica, administrativa y de suficiencia financiera, es un riesgo que debe ser superado para construir una región próspera y estable.

LOS ANTECEDENTES HISTORICOS DEL DESARROLLO REGIONAL
El primer ciclo del crecimiento y expansión del capitalismo en la región se inició con los albores del Siglo XX, como una respuesta al agotamiento y crisis del latifundismo y el régimen oligárquico centralista. Estos cambios se caracterizaron por el tránsito de la producción artesanal y el surgimiento de una industria incipiente y básica en las ciudades, potencializado por la existencia de las primeras y pequeñas hidroeléctricas, la llegada de la vía férrea y la construcción de las carreteras. En el terreno del conocimiento, la Primera Reforma de la Universidad del Cusco acabó para siempre con el viejo modelo clerical, feudal y escolástico, abriendo las puertas a la ciencia y el conocimiento contemporáneo de entonces. En el terreno político surgieron las voces del indigenismo, el anarco sindicalismo y el comunismo, que se encargaron de organizar a los primeros sindicatos obreros y artesanos que años más tarde darán origen a la Federación Obrera Departamental y Federación de Trabajadores del Cusco posteriormente, se fundan también los primeros gremios de comuneros y campesinos, la Asociación de Estudiantes Universitarios, así como diversas instituciones de artistas e intelectuales que darán nacimiento a corrientes y Escuelas de Cine, Ciencia y Cultura. En ese marco de búsqueda y debate surgieron diarios y revistas, emisoras y programas radiales con una clara orientación de denuncia a la injusticia y una apuesta por el progreso y el desarrollo regional, pero sobre todo recuperando la identidad cultural del Cusco.
El segundo ciclo del crecimiento se inicia antes de los años cincuenta, el motor de los cambios urgentes e inevitables son la secuela del terremoto que destruyó al Cusco. Para el proceso de reconstrucción se promulgó una Ley que gravó el Tabaco para generar recursos y fondos, con los cuales se inicio un proceso para construir una plataforma energética, productiva, financiera y de servicios como: la Central Hidroeléctrica de Machupicchu, la Fábrica de Cachimayo; la dinámica económica fortaleció las pequeñas y medianas industrias: cerveceras, alimentarias, textiles, llegaron los distribuidoras comerciales de casas internacionales, empezó la explotación de algunas pequeñas minas; surgieron los mercados de productores y artesanales. Nace la banca regional con el Banco de los Andes. El rostro urbano del Cusco emergió hacia una ciudad y región moderna, con los servicios básicos de luz, agua y desagüe. Por esos años se edificaron el Aeropuerto del Cusco, el Hotel de Turistas, el Palacio de Justicia, las Grandes Unidades Escolares. Los pueblos construyeron sus escuelas y carreteras, creció el magisterio y los empleados públicos, se fortalecieron nuevos sindicatos fabriles e industriales, la FTC tuvo su cumbre con la Insurrección Popular de Mayo de 1958, encabezado por el legendario Emiliano Huamantica. La Reforma Agraria se convirtió en una bandera y grito de guerra en el campo, a las que concurrieron centenares de sindicatos, guerrillas en Chaupimayo y Mesa Pelada, brotaron cientos de invasiones comuneras a las viejas haciendas. La universidad bulle por entonces por una segunda reforma con una Federación Universitaria masiva y organizada. El clima político que se respira en el Cusco, es la del progreso por la vía revolucionaria de los partidos de la izquierda, la reforma que proclama el social progresismo y Acción Popular, desde esas épocas destellan las luces por la descentralización y el regionalismo cusqueño.
El ciclo del régimen oligárquico se agota con la llegada de Velasco Alvarado que pretende cambiar las cosas desde una visión militar y reformista, son los años del estado populista. Se fortalece el turismo a través del Plan Copesco que construye la articulación de los principales circuitos turísticos; las principales empresas de servicio son de carácter público; se liquida el latifundismo, surgen las comunidades industriales. Años más tarde el modelo colapsa por el crecimiento desmedido de la burocracia estatal y también por el surgimiento de una nueva ola de crisis internacional de la economía.
En los noventa llegan las medidas y reformas del modelo neoliberal, que buscan responder a la crisis y el agotamiento del populismo, que llegó a sus extremos más corruptos con el primer gobierno de Alan García. Desde esos tiempos se implementan con marchas y contramarchas la privatización de las empresas regionales como: Tintaya, Enafer, Cachimayo y los Hoteles de Turístas, el fraccionamiento de Egemsa y Electro Sur Este, que se quedan a medio camino de su venta por la movilización social de la Asamblea Regional del Cusco, que aglutina y encabeza las luchas contra el modelo y la dictadura; la universidad es capturada por autoridades fujimoristas, los estudiantes pasan de un violentismo pro-senderista a ser grupos de parachoque del fujimorismo. La dictadura paraliza y profundiza la crisis del movimiento social, desaparecen sindicatos o compran dirigentes. Los medios de comunicación son totalmente cooptados por el régimen y una gran mayoría de periodistas son asalariados del gobierno. Los partidos de derecha e izquierda entran en una profunda crisis que dura hasta estos días.

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