Cusco: entre los vuelos
nocturnos
y el nuevo aeropuerto
Es comprensible la desconfianza de la población del Cusco, respecto a la ampliación del horario de
vuelos del Aeropuerto Velasco Astete, estas dudas se deben a que en muchas
ocasiones los gobiernos nacionales, buscaron modernizar el viejo aeropuerto en
sus servicios, primero con la pretensión de privatizarlas a mejor precio o en
el segundo caso para justificar la prolongación del aeropuerto, mientras se
mandaba a las calendas griegas la construcción del nuevo aeropuerto en Chinchero.
Ahora el escenario es
un tanto diferente, considerando que la construcción del aeropuerto en Chinchero
tiene mayores avances que en otros tiempos, se tiene la propiedad del terreno a
nombre del Gobierno Regional Cusco, hay plazos establecidos para la licitación
en ProInversión, proceso que requieren por parte de autoridades, organizaciones
e instituciones, atención y vigilancia para su cumplimiento.
Por ello resulta
indispensable abordar el tema de la ampliación del horario de vuelos con serenidad
y objetividad, como parte de una discusión mayor que es la construcción del
nuevo aeropuerto, a fin de evitar falsas polarizaciones, ahora que se acercan
los procesos electorales.
En la actualidad hay
tres grandes redes nacionales aeroportuarias que están en disputa, un pequeño
descuido o atraso en cualquiera de ellos, tendría una influencia importante en
su maduración y desarrollo. El primero de ellos es el Aeropuerto Jorge Chávez
de Lima, que se encuentra en plena remodelación, para ampliar su capacidad de
atención y servicios, a fin de recuperar su espacio en el conglomerado de
América del Sur y mantener su hegemonía como el centro aerocomercial del Perú, el
horizonte del proyecto es de 8 años. Por consiguiente los dueños de la
inversión, no están muy contentos con el viejo y nuevo aeropuerto del Cusco o
de otro lugar del país, que dispute su hegemonía, antes de entrar a operar a
plenitud.
El segundo proyecto en
acción es el Aeropuerto de Arequipa, que debe concluir su remodelación el 2014,
con el objetivo estratégico de arrebatar al Aeropuerto del Cusco los dominios
del macro sur y convertirse después de Lima en el segundo mercado aerocomercial.
No debemos olvidar que Jorge Chávez de Lima como Rodríguez Ballón de Arequipa son
aeropuertos privados y con sus respectivas redes, frente al aeropuerto del
Cusco de carácter público, que fue defendida de su privatización por la población,
contra la voluntad de los que manejan el poder económico y político en el país.
El tercer frente o la
batalla por el nuevo Aeropuerto Internacional del Cusco, tiene que llevar adelante
dos procesos paralelos, el primero el de materializar la construcción del nuevo
aeropuerto en Chinchero y el segundo cerrar la transición del viejo al nuevo
aeropuerto, sin perder su lugar alcanzado en el mercado y calidad de servicios
en el país y el mundo. Es decir se requiere una estrategia integral y global,
para que no descabecen nuestras aspiraciones desde dos frentes externos señalados.
Respecto al primer
proceso, autoridades y sociedad civil, debemos exigir que se cumplan los cronogramas
de licitación y construcción del nuevo aeropuerto en Chinchero entre el 2014 –
2018. Esto supone una vigilancia y fiscalización a ProInversión para que
respete los procesos establecidos y evitar aplazamientos interesados que sólo
pueden favorecer a los competidores, que requieren un tiempo para recuperar sus
ventajas perdidas o en peligro.
Sin embargo la mirada
no sólo debe ir hacia el externo del Cusco, también tiene que existir coherencia
en las autoridades y población, para dar claros mensajes que los cusqueños
tenemos una firme posición al respecto. Las comunidades y el gobierno regional
han cumplido sus responsabilidades, los primeros transfiriendo la propiedad de
sus terrenos al Gobierno Regional y la autoridad cumpliendo el pago correspondiente
por los predios comunales. Esto es lo sustancial, el segundo paso era
enteramente interno entre las comunidades, redistribuir el dinero de acuerdo al
tamaño y posesión de los terrenos.
En este hecho puntual,
dos personas, cegadas por su ambición económica frente a su propia madre,
legítima propietaria y poseedora del bien, reconocida y avalada por la
comunidad, arman el escándalo “no pagan a los comuneros por sus terrenos,
aeropuerto en peligro” noticia resaltada y monitoreada nacionalmente por
quienes objetivamente no quieren la construcción del nuevo aeropuerto. A pesar
que el reclamo del caso es particular y personal, se encuentra judicializado, el
daño al Cusco por unos titulares esta hecho, los poderes fácticos de Lima y
Arequipa baten palmas por los incondicionales que surgen. Ridículo también es el
paseo de un supuesto capitan por los medios, que no sube a un vuelo como piloto
hace treinta años, para sustentar “técnicamente” que el nuevo aeropuerto “no es
viable”.
El tema de la
ampliación del horario del vuelo, visto la cosas en un contexto mayor y grande,
debe ser parte constitutiva de la estrategia por el nuevo aeropuerto, porque
Velasco Astete tiene que seguir mejorando la calidad y capacidad de sus
servicios en competencia con Arequipa y Lima, estancarse o paralizar el
crecimiento y la disputa con las otras redes, bajo cualquier pretexto sería una
regresión y se perdería la gran oportunidad de dar un salto de calidad con el
nuevo aeropuerto.
Por otro lado, debemos
considerar en el análisis de la coyuntura económica, que los ingresos y el
crecimiento del Cusco se encuentra en un momento delicado, por la caída de los
precios de los minerales y la incertidumbre de los hidrocarburos por la guerra
en el medio oriente. El recorte del canon al gobierno regional y
municipalidades, es una primera clarinada para nuestra preocupación. Si esa es
la tendencia internacional y nacional, desplegar y fortalecer otras fuentes de
ingreso resulta no sólo necesario sino fundamental; el turismo es un sector
sustancial para el desarrollo.
Aquí hay una curiosa coincidencia de los
ministros neoliberales y los anarquistas, los primeros no quieren propuestas
alternativas a nuestra economía primario exportadora y los segundos dicen que
no quieren la inversión minera, gasífera pero tampoco la turística. Así
entonces el anhelo del Cusco, de tener un nuevo aeropuerto que abra oportunidades
a nuevas inversiones y mejore la calidad de vida de los ciudadanos, se
encuentra atenazado por los neoliberales que se oponen por la supuesta falta de
rentabilidad y los segundos con un radicalismo ideológico y “ambiental”.
El Cusco debe apostar
por el crecimiento en el turismo y ella pasa por darle sostenibilidad y rentabilidad
mayor al aeropuerto actual, mejorando sus servicios, la calidad de los mismos y
lógicamente ampliando el horario de atención, así lo hicieron urbes como Roma,
Madrid, Atenas, Moscú ciudades hermanas del Cusco, en el país Lima, Arequipa,
Chiclayo, Trujillo, Iquitos, Piura, Tacna entre otros, tomaron esa decisión con
sus correspondientes medidas y riesgos, todo cambio es un examen de
oportunidades.
En este terreno resulta
un error que el MTC, no haya explicado y sustentado la ampliación del horario y
las medidas para ello, porque abre un curso a la especulación y el
aprovechamiento personal; pero en honor a la verdad, también es cierto que las
obras de infraestructura fueron realizadas con anticipación y que eran de conocimiento
de las autoridades, que ahora se oponen y amenazan con turbamultas; si
consideraban que sus posiciones eran correctas y justas, debieron paralizar la
obra, exigir explicaciones, plantear alternativas; se callaron en siete idiomas
y ahora pegan el grito en el cielo electoral, pensando que las grandes “mayorías”
apostaran por el pensamiento anacrónico y autárquico, lo que resulta hilarante es
que se oponen a la ampliación del horario, pero por si acaso piden “un dólar por
pasajero”.
Estar de acuerdo con la
ampliación del horario, no significa aceptar a pie juntillas lo que quieren las
empresas, se requieren condiciones y medidas básicas que deben aprobar el MTC y
las autoridades del Cusco, como la de obligar a todas las empresas aéreas sin
excepción, a que coloquen el sistema satelital para el despegue y aterrizaje, como
hay en los aviones y aeropuertos modernos y en segundo lugar que todos sus
aviones tengan silenciadores durante las 24 horas del servicio; estas dos condiciones
son indiscutibles en caso contrario no se debe aprobar la licencia del caso. En
el caso de la segunda condición, esa exigencia es más directa y coherente, que
los opositores nocturnos y ambientales, que no dicen nada del tremendo ruido
que actualmente realizan los aviones viejos y destartalado de las empresas
actuales, la seguridad ambiental es de todo el día y el año, no solo cuando le
conviene a uno para oponerse a todo.
En resumen hay factores
externos e internos, tendencias y variables que deben ser sustentadas para la
construcción del aeropuerto nuevo y la ampliación del horario de vuelos; todas
estas decisiones requieren también el cumplimiento de medidas y condiciones
impostergables, sólo así entenderemos que la ampliación del horario nocturno
del Aeropuerto Velasco Astete, será un paso transitorio y temporal que el
pueblo debe comprender, una plataforma aerocomercial para el despegue y consolidación
del nuevo Aeropuerto Internacional del Cusco.
Jesús, muy buen articulo y te felicito por la objetividad del mismo.
ResponderEliminarExcelente articulo estimado Jesús. Para complementar el tema, los aterrizajes nocturnos contaran con un sistema de aproximación denominado RNP (Required Navigation Performance, si deseas te puedo brindar mas detalle técnico). Este sistema permite un aterrizaje en zonas de poca visibilidad y nubosidad, cumpliendo estándares en seguridad bastante altos. Además OJO el RNP reduce la contaminación acústica en el proceso de aterrizaje.
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