Luego
de 40 años una realidad para el Cusco:
AEROPUERTO:
NUEVOS RETOS Y
TAREAS
Por
fin los esfuerzos de muchas generaciones de cusqueños, que lucharon para que
sea una realidad el nuevo aeropuerto, será disipada con la apertura de los
sobres de la licitación que viene convocando PROINVERSION, es un punto de
inflexión, un paso en el camino, parte de la meta alcanzada, por cuya razón
junto a la alegría que nos provoca, debemos ser vigilantes en los resultados y
en cumplimiento de ellos, pero también se abre un nuevo escenario, para empezar
un nuevo debate acerca del carácter y categoría del aeropuerto.
En
el primer caso, se requiere que los actuales resultados de la licitación y la
firma del contrato, garanticen el CRONOGRAMA, porque resultaría un albur
suscribir los documentos sin fechas límites y compromisos por parte del
consorcio ganador, sin señalar las penalidades de infringir los tiempos, no
debemos permitir para nada que se repitan los mismos paso de Kuntur y Camisea,
una propuesta para las calendas griegas.
Por
otro lado, en el contrato se deben colocar candados para que la elaboración del
expediente y la construcción no sean procesos incompatibles o complementarios,
consideramos que junto al estudio y el expediente, se pueden perfectamente
avanzar en el inicio de obras de infraestructura como el cerco perimétrico y la
remoción de las tierras. Aeropuertos construidos en los países árabes, en la
República Popular China y Korea, demostraron que para ganar tiempo se puede
armonizar perfectamente, que junto a los estudios y expediente, se pueden
avanzar con obras de ingeniería y estructura, por consiguiente nadie está
pidiendo imposibles. Una forma de premiar la buena voluntad de estudio y
trabajo sería ponderar el avance en paralelo de ambos factores.
Ahora
que se conocerán los resultados del proceso de licitación del aeropuerto,
debemos dirigir la atención al Ministerio de Transportes y Comunicaciones, para
que corrija los contenidos de la última ley que facilita este proceso, por
cuanto los 200 millones invertidos en la compra de los terrenos a los comuneros
de Chinchero, fueron condicionales y deben ser revertido o devueltos al
Gobierno Regional Cusco, conforme quedó comprometido Ollanta Humala en su
condición de Presidente de la República; el actual Ministro de Transportes y Comunicaciones,
no puede aprovechar la debilidad de la actual gestión de René Concha para
apropiarse de dichos recursos, que fueron invertidos para apurar el avance del
megaproyecto. Peor aún ahora que la región y las municipalidades se les bien
recortando las transferencias del canon minero y gasífero.
Decíamos
que debe iniciarse otro escenario del debate acerca del carácter del
aeropuerto, el Cusco tendrá un aeropuerto intercontinental o simplemente
continental. Chinchero con el proyecto estará en condiciones de recibir aviones
y transporte desde los diversos aeropuertos del mundo o seguirá cerrado a la
llegada del transporte solo nacional y alguno de países vecinos. No olvidemos
que los concesionarios del Aeropuerto Jorge Chávez y otros grupos de poder, no
tienen ningún interés que el aeropuerto cusqueño sea un destino final del
transporte mundial, quieren encadenarnos a la recepción del transporte sólo
doméstico, como arrinconaron al actual Velasco Astete.
Esta
definición del carácter y categoría del aeropuerto, debe ser el nuevo punto de
agenda en el debate del expediente que elaborará el consorcio ganador. Los
cusqueños hemos dado un primer paso, ahora debemos seguir con la mirada hacia
adelante y vigilantes.
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