ELECCIONES
EN JUNIO:
Todos
juegan para Flores
Es cierto que en los últimos años, la
gestión de Lucho Flores nunca tuvo una oposición política o social, en el mejor
de los casos sólo una confrontación judicial. Ninguno de los candidatos que
llegaron en el segundo o tercer lugar en las anteriores elecciones municipales
se atrevió o tuvo la capacidad de construir y ofertar una alternativa, para que
el electorado y la sociedad cusqueña, tuviera posibilidad de escoger o por lo
menos saber cuáles son las diferencias existentes entre un plan y otro plan de
gobierno.
Lo que es peor, los regidores de las
llamadas tiendas opositoras, fueran las primeras en caer en los brazos del
oficialismo, compitiendo en fidelidad y seguidismo con la bancada oficial, tal vez
pensando ingenuamente que ganarían alguito con dicha posición.
Para la democracia y el
funcionamiento de una buena gestión, siempre es bueno la existencia de un
balance y fiscalización de las fuerzas opositoras, porque permiten un mayor control
político y enriquecen el debate y las propuestas, si verdaderamente se ejerce
la oposición.
El achicamiento de los partidos y de
los regidores opositores fue una presente griego para Lucho Flores, porque genera un clima y
una figura del predestinado, que nunca falla y jamás asume errores, el gran
perdedor la ciudad porque un escenario de esta naturaleza empobrece el debate
de las propuestas que requiere una ciudad en desarrollo como la nuestra.
A estas alturas no creo que exista un
ciudadano cusqueño, que distinga cuál es la propuesta de ciudad de Lucho
Flores, Carlos Moscoso y Juan Guevara, en qué se parecen y diferencian. Lo grave del asunto es
que ninguno tiene o ha hecho público el modelo de ciudad que nos proponen para las
próximas décadas y elecciones. El coyunturalismo y el personalismo son las
características de estas elecciones, lo cual es una regresión desde el ámbito
de la cultura política y democrática. El
Cusco necesita votar por ideas y programas de gobiernos y no por el color
de la corbata o camisa del candidato.
Si
uno consideraba que tal vez los candidatos están esperando algunos días para
lanzar los motores electorales, podemos
observar que tampoco están administrando bien sus tiempos y recursos, todos
juegan para Lucho Flores y su estrategia electoral el mismo que debe estar
festejando como lo hará todo el mes de junio.
Veamos
algunos hechos. Primero hicieron correr
el rumor que Lucho Flores ya no postularía a la reelección, los opositores
se creyeron el cuento completo y guardaron su artillería para otra batalla.
Luego el candidato alcalde, señaló
que pensaría en las elecciones después de las fiestas jubilares del Cusco, ingenua y tontamente los
opositores también hicieron su cronograma con ese tiempo, sin comprender que el
alcalde estaría por lo menos tres a cuatro veces en todos los medios y lugares
en las actividades propias de las fiestas del Cusco, ganaba holgadamente todo
el mes de junio, mientras que los candidatos opositores no aparecen en ningún
asunto y tal vez resurjan por julio. Derrota
neta en los asuntos de tiempo e iniciativa.
De
todo esto, si analizamos el escenario de
junio, todos los candidatos opositores y el tiempo juegan en favor de la
reelección de Lucho Flores, quien avanza pacientemente sin mover mucha
artillería o iniciativa electoral. Los
estados mayores de las otras candidaturas municipales, tienen la obligación y
el tiempo para replantear sus estrategias electorales.
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