La otra campaña:
CUSCO: SIN INDUSTRIALIZACIÓN,
NO HAY
PROGRESO
El anuncio del Ministro de Energía y
Minas, que el Gobierno Nacional no tiene considerado invertir y construir la
Planta de Fraccionamiento de Kepashiato como parte del Gasoducto de Camisea al
Macro Sur, porque no es rentable, por seguridad y porque afecta el paisaje
amazónico, puso en blanco y negro el verdadero pensamiento económico de los
fundamentalistas que manejan el país,
desde la época de Fujimori, Toledo, García y ahora con Humala; promover solo un
modelo primario exportador contrario a políticas productivas e industriales,
que se hacen necesarios y que se abren curso en países tan distintos como
Bolivia, Brasil y que ahora se discute frontalmente en EE.UU, Europa.
Sin la planta de Kepashiato se evapora y
posterga nuevamente el derecho que tiene el Cusco, para lanzar un nuevo ciclo
de industrialización y construir una nueva plataforma productiva en la región, que supere el modelo de enclaves turísticos, mineros
y gasífero sin valor agregado que caracterizan a nuestra economía regional y
que son parte del modelo nacional.
Desde el centro limeño consideran que es
suficiente, las regalías y el canon para las regiones y municipios, por cuya razón la campaña está situado en el uso
adecuado o corrupto de dichos recursos, para encubrir su verdadera naturaleza y
ocultar que la simple exportación de materias primas es el más nefasto de los
modelos, porque en el fondo se regala nuestros recursos naturales, sin crear
empleo productivo, sin generar innovación y transferencia tecnológica, pero lo
que es peor que se condiciona la economía nacional y regional a una dependencia
con los mercados internacionales que comprar nuestros recursos en piedras y el
gas en crudo con precios especulativos.
En el mundo y en el debate académico de
los nuevos modelos, los países y gobiernos responsables con su nación, ahora
apuestan por un modelo productivo y reindustrializador, porque es la única forma de evitar el péndulo del
mercado especulador y capaz de fortalecer el mercado nacional con industria y
empleo que permita atacar la recesión y la desocupación; sólo en el Perú se
sigue apostando por el cuestionado y fracasado modelo neoliberal, que en este
año ha paralizado el crecimiento económico en el país, tendencia previsible que
irresponsablemente no fue afrontado por Castilla y Cía desde el MEF.
Ahora pretenden subsanar este fracaso,
lanzando un paquete reactivador de nuevas privatizaciones de las centrales y empresas eléctricas, agua potable,
Petro Perú, etc. supuestamente con la inyección de colocar en la Bolsa de
Valores un 40 % y 49 % de las acciones para hacerlas “competitivas” a pesar de
que la gran mayoría de ellas, son altamente rentables como el caso de EGEMSA
que arroja una utilidad de 15 millones de soles y ELECTRO SUR ESTE un poco más
de 27 millones de soles, anualmente y que son captados y utilizados por FONAFE
sin participación de la región Cusco a pesar de que en esta región es que se
genera dicha riqueza.
La construcción de la Planta de
Fraccionamiento en Kepashiato resulta nodal y vital para el futuro del Cusco
industrialmente, porque es rentable
como señalan varios estudios, sin ella resultara imposible la Fábrica de
Cemento y de los Cerámicos, la promoción y desarrollo de la industria artesanal
y maderera, el re potenciamiento de la fábrica de abonos destinados a la
agricultura, entre otros. Por ello el
pueblo y las organizaciones deben colocar en la Agenda Regional y la Plataforma
de Lucha en el primer plano esta demanda.
Ahora que estamos en pleno proceso
electoral, los partidos que pasaron a la segunda vuelta, deben hablar
clara y transparente acerca del tema y sus perspectivas, si no convertiremos a la región en el balcón por
donde observamos el paso de la tubería, destinado a quemar el gas y convertirla
en energía eléctrica, para exportarla a sus socios chilenos, mientras distraen
al Cusco con la supuesta masificación del gas virtual.
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