CUSCO: PADRINOS Y AUTOGOLES
DE LA PRIMERA VUELTA ELECTORAL
El
ingreso por los palos de Edwin Licona a la segunda vuelta de las elecciones
regionales, se deben a dos factores esenciales, fuera de voluntarismo juvenil
que tiene el candidato regional; el primero por la autodestrucción y
paralización de los favoritos presidenciales en las encuestas y en segundo
lugar por el menosprecio electoral a los llamados candidatos chicos o menores,
que en el caso de Kausachun llegó a la meta con dos grandes padrinos
electorales.
La
guerra sucia emprendida entre los postulantes que ocupaban los primeros
lugares, que durante los últimos meses escalonaron las agresiones y calumnias
personales y familiares, fueron letales; por un lado impidieron el triunfo de
Benicio Ríos en primera vuelta, pero al mismo tiempo fue mortal para Carlos Cuaresma
y Julián Incaroca; quienes echaron lodo en ventiladora a quien encabezaba las
encuestas y las preferencias, concentraron todas sus energías y recursos en decapitar
al primero, sin percibir o entender que habían dos terceros que les pisaban los
talones, en este caso Luís Wilson del Apra y Edwin Letona de Kausachun.
Este
error estratégico de polarizar la campaña con la cabeza, cegó por completo la
atención de trabajar una estrategia en función del segundo lugar, considerando
que Benicio Ríos y el APU tenían una sólida estructura de candidatos a nivel
regional producto de años de trabajo e inmensas inversiones electorales;
probablemente si había un viraje en las últimas semanas de los segundones
aludidos, otros serían los resultados, pero ambos persistieron en su ceguera y
menosprecio hacia los otros candidatos menores por entonces, que al igual que
ellos eran competidores.
El
menosprecio o la ignorancia probablemente partía del hecho que Luís Wilson del
Apra tenía cerca el antecedente histórico de la votación aprista, que siempre
ha mantenido un perfil del 6% al 7% en el Cusco, cuando en verdad su
crecimiento en las últimas semanas de las elecciones era real y la Alianza
Popular con Restauración Nacional daba sus frutos, que se corroboró con las
votaciones altas, que recibieron en Canchis, Anta y Paucartambo los candidatos provenientes
del lado evangélico, suma que casi hace pasar a la segunda vuelta al candidato
aprista. Se quedó raspando, también por la falta de involucramiento de toda la
maquinaria aprista, que miro de lejos la campaña por celos internos.
Otro
de los desatendidos y ninguneados fue Edwin Licona de Kausachun, sus
contrincantes especularon que el partido y el mismo eran nuevos y bisoños para
estas lides, además consideraron equivocadamente que el centro de la campaña de
Kausachun, sería garantizar la elección de Carlos Moscos a la Alcaldía del
Cusco y para nada las regionales; dejaron así que pasaran las iniciativas y
entuertos de manera sibilina o despreocupante del joven candidato. Grave error,
porque desconocieron por un lado su inmensa capacidad logística y humana,
proveniente del apoyo que recibe de la gestión regional de René Concha,
padrinazgo denunciado oportunamente por la prensa independiente, escasamente
atendida por sus contrincantes.
Y
finalmente el segundo factor, que permitió el salto a la segunda vuelta de
Edwin Licona, fue el padrinazgo electoral de Carlos Moscoso; no fue aluvional o
masivo para catapultarlo cerca del primero, pero fueron suficientes los votos
endosados, que hicieron ganar la Provincia del Cusco, tanto al candidato
presidencial como a la consejera regional. Votos al fin y al cabo que no tenían
los otros como Cuaresma, Sinchi Roca que se quedaron sin locomotora y fueron a
parar al cuarto y quinto lugar por soberbia e ignorancia electoral, aun cuando
Cuaresma tiene un dueño rico como Cesar Acuña, propietario de APP el partido
empresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario