domingo, 30 de mayo de 2010

EL FUJIMORISMO CUSQUEÑO

LA NUEVA CANCHA ELECTORAL
Jesús Manya Salas

El ingreso de Carlos Valencia en la disputa electoral regional, ha replanteado los campos y obliga afinar las estrategias y actuaciones de los competidores y en quienes aparecían como los únicos candidatos en carrera, Acurio por el nacionalismo y San Román por el Pan. En sencillo se está moviendo el tablero. Valencia es uno de los políticos más cazurros, ha transparentado al fujimorismo regional en su momento más adecuado, lo ha sacado de su seudónimo Cusco en Acción, movimiento de cobertura que arropó al fujimorismo en sus etapas más difíciles, por las denuncias de corrupción y derrota de la dictadura; ahora con la impotencia de un sector opositor y benevolencia por parte del gobierno nacional en la lucha contra la impunidad, la candidatura de Keiko ha ganado un espacio nacional importante y era hora de compartir el relanzamiento político.

El fujimorismo tiene ventajas que no tienen los otros candidatos y es el acceso y manejo de la información política, económica y social de primera mano. Como estructura política, siguen dirigiendo a través de sus generales y almirantes los aparatos de inteligencia, administrando encuestas, muestreos y evaluaciones de coyuntura. Estos informes le dicen a los fujimoristas cusqueños, que la candidatura de San Román como representación de la derecha y los grupos de poder no prende en el Cusco, por la falta de talento y manejo político del candidato y la carencia de una estructura de guerra que requiere la campaña, con seis o más años San Román no aparece imparable y eso preocupa a las esferas del poder, que tienen miedo al radicalismo cusqueño.

Por otro lado el nacionalismo, más allá de la energía y voluntad de Coco Acurio, hasta hoy no ha logrado articular una alianza o coalición política sólida con las fuerzas progresistas y de izquierda, los movimientos provinciales y distritales, que siguen esperando en la puerta de la unidad. Los lanzamientos de APU, UPP, MNI, TL, cada quien por su lado, ponen en peligro un triunfo en primera vuelta, una estrategia de segunda vuelta es riesgosa. Los operadores electorales del nacionalismo están demostrando soberbia e ignorancia, eso a estas alturas es mortal. Acurio tiene pocos días y horas para hacer un verdadero viraje en su política de alianzas, abriendo la cancha, incluyendo equipo y haciendo política programática, sus operadores se han dedicado a juntar algunas pequeñas siglas y así no se pueden ganar elecciones.

Valencia comprendiendo perfectamente que la inicial polarización entre Acurio y San Román se viene diluyendo, se ha puesto como tercero en la cancha, aprovechando que no existe voto aluvional para los polos, sabiendo por otro lado que el 12 o 15% que tiene el fujimorismo regional, puede sumar y recoger otros votos de la derecha y el Apra, que jamás votarán por el nacionalismo y tampoco por San Román por debilidad política para un escenario tan difícil como el Cusco. Los movimientos y cambios tácticos, están a la orden entonces.

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