domingo, 15 de agosto de 2010

LA UNIDAD: UNA ESTRATEGIA DE VICTORIA


JESUS MANYA SALAS

El Gobierno Nacional viene aprovechando la división de las organizaciones y provincias del Cusco, para seguir aplicando medidas contra los derechos de nuestra región; las luchas de Canchis, Espinar y La Convención a pesar de su combatividad y sacrificio, fueron aisladas y sus resultados son discutibles y polémicos en muchos de los casos. Si ahora no construimos la unidad incluso pueden terminar en graves derrotas y estamos en el momento de superar este recodo de la división y fragmentación, para poder encarar una lucha de manera victoriosa. Los pasos en este sentido deben ser:

1. Construir la Agenda del Cusco, esto significa unificar y consensuar los problemas medulares que nos aquejan y priorizarlas para ponerlos en una plataforma; comprendemos que hay múltiples e irresueltos temas, sin embargo debemos centrar los objetivos en temas medulares como son: la construcción del Gasoducto Sur Andino y la revisión de los contratos de exportación; exigir la construcción del Aeropuerto Internacional sin privatizar el actual Velasco Astete; paralizar la licitación del proyecto Majes II por atentar contra nuestros derechos hídricos y finalmente que el INC Cusco sea transferido a la región a fin de evitar su centralización en el nuevo Ministerio de Cultura. Me parece que en estos temas existe un consenso mínimo y es partir de ella que debemos avanzar hacia una acción común.

2. Convocar al Gobierno Nacional a resolver con fechas y recursos estos cuatro temas, esto significa la necesidad de que el Gabinete en pleno debe hacerse presente en el Cusco, para discutir y resolver en una Mesa de Diálogo las demandas; para lo cual la representación cusqueña debe llevar una sola propuesta en cada tema, evitando las posturas personales o de grupo.

3. El debate y la representación debe tener una envergadura regional, si cada provincia o cada sector pretende discutir estos problemas por su lado, lo más seguro es que el gobierno nacional recurra al engaño, la intimidación y la división como hasta ahora a enfrentado las luchas. Es preciso en consecuencia que se organice una sólida delegación del Cusco en la que estén representados los sectores e instituciones fundamentales, las provincias y sus autoridades, como también el Gobierno Regional. En este escenario todos son importantes.

4. Junto a la agenda y la representación unitaria, debemos discutir y aprobar un plan y escenarios de lucha, para cada uno de nosotros tenga su rol, sus tareas y sus medidas de lucha sin descartar ninguno de los planos políticos, sociales, técnicos y organizativos. Los cuatro temas de la agenda, nos competen y comprometen a todos, por tanto la batalla tiene que estar dirigida a obtener resultados positivos. El Gobierno Nacional tiene que aceptar y suscribir normas para materializar estas demandas, no son suficientes ofrecimientos verbales como en La Convención, tampoco simples papeles como en otros lugares.

5. Las luchas tienen que ser escalonadas y progresivas, evitando falsos radicalismo o conductas derrotistas; cada etapa tiene su momento y su forma de lucha. Al igual que una guerra la victoria se conquista con varias batallas y combates ganados, del mismo modo en tanto que tenemos que enfrentar al Gobierno Nacional, sus política neoliberal a los grupos de poder económico a los que defiende, tenemos que comprender que no estamos ante cualquier adversario, sino contra el poder fáctico real y para eso necesitamos toda la fuerza popular necesaria y una lucha concreta en cada caso, lucha que van desde la confrontación de propuestas, demandas legales, movilizaciones y acciones directas de la sociedad como son los paros y huelgas.

Por estas consideraciones considero que es el momento de convocar a un GRAN CONGRESO DE LA ASAMBLEA REGIONAL DEL CUSCO, en un plazo perentorio con una agenda única, para que en esa instancia se CONSTRUYA LA GRAN UNIDAD DEL CUSCO, lo que significa la necesidad de garantizar la presencia de todos los frentes de defensa de las provincias, las organizaciones sociales de carácter regional, los organismos profesionales, las instituciones como la universidad, los gremios empresariales y laborales, los productores y vecinos, los jóvenes y estudiantes, las autoridades comprometidos con la lucha, en fin toda la representación para que de ella salga la Agenda, la Plataforma y Plan de Lucha y se elija una dirección colegiada, encargada de conducir una estrategia de victoria.

Sólo una medida de esta naturaleza puede permitir defender y arrancar nuestros derechos, este proceso de unidad sin embargo sólo será posible si existe una VOLUNTAD POLITICA Y ESTRATEGICA en los líderes y dirigentes de las organizaciones e instituciones, si se persiste con el personalismo, el provincialismo, el sectarismo y el divisionismo, el coyunturalismo o el radicalismo, por muchos acuerdos que existan, subsistirá el derrotismo y estaremos haciendo un grave daño al pueblo, en consecuencia estamos retados y debemos cumplir con nuestro deber. Y finalmente debemos hacer que el clima electoral que a veces nos lleva a las diferencias, sean superados con la grandeza de los partidos y candidatos que saben que por encima de una disputa electoral, están los intereses históricos del Cusco. Estamos entonces convocados a la unidad como el primer paso de una victoria.

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