viernes, 26 de julio de 2013

Indignados: Que se vayan todos, Asamblea Constituyente ¡Ahora!

Indignados:
Que se vayan todos,
Asamblea Constituyente ¡Ahora!

En las últimas semanas, la lucha política fue cruenta y rápida, casi termina en un temerario vacío de poder, porque los principales actores de la política nacional se aniquilaron unos a otros, empujándose al borde la tentación autoritaria como el cinco de abril del 82; un ejecutivo cuestionando el TC, el Congreso desarmado con su “repartija”, el TC desangrando los recursos públicos, los partidos y medios arrinconando a Ollanta Humala hasta la rodilla con sus encuestas. Todo, por las escaramuzas electorales y procesos de investigación de corrupción que preocupan a García, Toledo, Fujimori y otros.

Los jóvenes en la calles, sacaron la suciedad institucional a las calles y abren una nueva etapa en el debate, el mismo que debe ayudar a colocar a cada quien en sus responsabilidades y maniobras, por poco Alan García casi aparece como el salvador de la democracia, cuando es el gran irresponsable y promotor del desgobierno con sus tentáculos y alianzas en TC, Congreso, Medios de Comunicación y sectores empresariales, pensó escabullirse de la investigación como lo hizo antes con el fujimorismo en el poder. La marea callejera paro en seco la tendencia, el mensaje presidencial de 28 y su desenlace posterior, puede ser un escenario con otros actores, si las propuestas y conducción se hacen sana y responsablemente, como los hacen los indignados que nos representan ahora a los peruanos, asqueados de la vieja política.

La izquierda por otro lado no debe caer en el fácil caldo de cultivo que cosecha el alanismo, confrontando a morir con Ollanta Humala, la defensa de los derechos labores de los trabajadores del estado, está muy lejos de una auténtica reforma del estado que la gran mayoría de peruanos aspiramos frente al viejo estado corrupto e ineficiente, del mismo modo no se puede seguir defendiendo a la vieja, anacrónica y corrupta universidad peruana. La pura dialéctica enseña que el peligro mayor de la continuidad del modelo viene de la derecha orgánica y en ofensiva que proviene de la reelección vitalicia que aspira don Alan García Pérez. En este terreno ya resulta ridículo, la caracterización fascista del gobierno de Ollanta Humala que hacen algunos pequeños grupos para justificar su radicalidad, al mismo estilo de los documentos oficiales del senderismo, hasta en eso falta imaginación y análisis.

El movimiento social y regional, comprendiendo y asimilando la experiencia de los procesos similares en Brasil, Turquía, Grecia,, Chile, debe combinar el accionar social con la lucha y alternativa política, esto pasa por romper con el principal escollo que genera esta crisis económica, social y política que es la constitución fujimorista hija de la dictadura; los indignados y el pueblo aspiramos la ampliación de la democracia, la reforma de estado, la profundización de la descentralización, la inclusión social y la redistribución de la riqueza que generamos todos los peruano y que el capítulo económico de la constitución frena, bloquea, neutraliza y agudiza la inequidad, la corrupción y el monopolio.

Las propias encuestas de los medios de la derecha señalan que la mayoría aspira a cambios y reformas constitucionales en el tema económico y político, sólo una minoría que vive de los intereses usureros quiere una constitución perpetua, porque países como Brasil y Chile cercanos a nuestra realidad y modelo, han llegado a la conclusión de la necesidad de avanzar hacia una reforma y cambio constitucional a través de diversos mecanismo, sea a través de la Asamblea Constituyente como en Chile o plebiscito o referéndum en Brasil y que tiene aceptación mayoritaria.

La lucha por la Asamblea Constituyente debe servir por otro lado para luchar por una reforma de la representación y renovación de la política, García el de la “reelección vitalicia”, la mafia fujimorista familiar, la crisis terminal de Toledo y la pequeña representación del PPC de Flores, no son ninguna garantía para que cambien las cosas, pero en esa misma dimensión la izquierda tiene que abrir sus horizontes a nuevas generaciones, los generales de la derrota siguen ocupando los primeros lugares del Frente Amplio, lo que genera desconfianzas.

Desde la sociedad regional nos corresponde avanzar desde otro frente, nacionalmente cerrando el paso a la ultra derecha expresado en la alianza apro fujimorista, derrotando a sus partidos y movimientos en las elecciones regionales y municipales, construyendo gobernabilidad y estabilidad política para garantizar el crecimiento, la inversión y desarrollo económico que nuestros pueblos aspiran. Resultaría nefasto que los viejos partidos, hijos de la vieja constitución fujimorista accedieran a estos espacios, porque su presencia generaría inestabilidad, caos, mafia, corrupción, componenda, fuga de inversiones, truncamiento de un desarrollo que hemos emprendido.


Al Cusco le ha costado mucho sacrificio emprender el camino del desarrollo, no se puede poner en peligro y en riesgo por los arrebatos de oportunistas y aventureros que premunidos de aparato y recursos quieren venir desde el centralismo para capturar los gobiernos y convertirlos como en el pasado en amanuenses del centralismo. La respuesta es muy sencilla y a ella apuesta nuestro colectivo, construir una amplia coalición, una alianza electoral, una fuerza social y política, que convoque a todas las energías regionales provenientes del centro progresista, centro izquierda, los descentralistas y demócratas. A ella se compromete Amaru, nuevamente a partir de su publicación y esfuerzo, queremos ser la voz del desarrollo, la democracia y la descentralización.

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