Congreso Nacional y CGTP
marginaron a los Gobiernos Regionales y Locales del debate:
La conducta centralista de la Ley de
Servicio Civil
En temas prácticos los gobiernos
regionales y locales, serán los que aplicarán las diversas medidas laborales
que tiene la denominada Ley de Servicio Civil recientemente promulgado, curiosa
y contradictoriamente, en la elaboración de la propuesta y debate de la norma,
ni el Congreso Nacional de la República y tampoco los dirigentes de la CGTP,
convocaron o invitaron a los gobiernos regionales y municipales, para recoger
sus opiniones, enriquecer o contradecir las propuestas en debate. Eso se debe a
la mentalidad centralista de los congresistas que consideran que ellos son los
dueños de las leyes, pero la conducta de la CGTP y de los gremios estatales
tampoco fue distinta, encerrados en su visión corporativa, tampoco convocaron a
los interlocutores directos de los gobiernos regionales y locales, así
perdieron un aliado estratégico en el debate y estos son los resultados.
Los Gobiernos Regionales y
Locales, hace muchos tienen en su agenda la REFORMA DEL ESTADO a través de una modernización y optimización
de la gestión pública, cuyo objetivo apunta a la construcción de estados regionales
y locales modernos, eficientes, transparentes, participativos y fiscalizados;
en contrapropuesta al viejo estado centralista, burocrático y corrupto, los
mismos que han sido desarrollados extensamente en eventos de la ANGR y REMURPE.
En esta visión global el asunto de la meritocracia y racionalización de la gestión
pública es apenas un componente. La ley promulgada apunta sólo a la reducción
del estado, para hacer viable la tercerización o privatización de varias
funciones del estado, empezaron con la educación y salud, ahora dirigen sus
baterías al centro del estado.
La posición de la mayoría que defiende
las posiciones del modelo neoliberal, de aplicar la visión reduccionista del
Banco Mundial en materia de Gestión Pública era comprensible, pero lo sorprendente
es la posición corporativa del sindicalismo y la CGTP, que en su visión a la
defensiva aparece defendiendo el statu quo del viejo estado ineficiente y
corrupto; cuando lo correcto era avanzar en una alianza por impulsar la reforma
del estado y la descentralización, que son escamoteados desde hace varios
gobiernos, por la mentalidad y el compromiso centralista de los principales
funcionarios fácticos del poder y que obedecen a los lineamientos de las
multilaterales.
Lamentablemente la polarización
entre los defensores de la ley y los que pretende derogar, oculta un debate
mayor que es la de la reforma del estado; sin embargo a pesar de eso es una
buena oportunidad para que desde los gobiernos regionales y locales, se vuelva
a colocar en la agenda nacional que esta coyuntura de la reestructuración
laboral es apenas una parte de preocupaciones mayores que garanticen una
auténtica modernización y eficiencia del estado dirigida al servicio al
ciudadano, fortaleciendo y promoviendo el buen gobierno, ampliando la participación
y vigilancia ciudadana, racionalizando y optimizando los recursos y las
inversiones; desarrollando permanentemente la calidad y la meritocracia de los
trabajadores y funcionarios; rendición y fiscalización de las cuentas y
recursos de gobernantes y funcionarios; procesos que requieren el concurso de
la innovación tecnológica para gobiernos electrónicos y abiertos para una buena
democracia y eficiencia.
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